OH GRAN ESPÍRITU

Siento tu voz por los vientos.
El fuego de Tu Sol que arde en mi alma.
Tu me das aliento de vida y a todo lo creado.
Soy todavía torpe de mis sentidos.
¡¡ Escuchame !! en mi ruda y pequeña voz.
Soy de tus innumerables hijos.
Soy pequeño y débil,
necesito de tu sabiduría,
hazme  apreciar en mis sentidos,
la marcha de la vida en cada día.
Ver y reconocer las cosas bellas,
y mis ojos con los tuyos,
la inmensa belleza que encierra tu naturaleza.

Reconocer la salida de Tu Sol.
La puesta, en colores rojos y púrpura,
sean mis manos en las tuyas,
sensibles de tocar y admirar todo.
Las delicadas formas de Tu Creación.
¡¡ Hazme sabio !!
Para conocer mejor todas las cosas,
de Tu naturaleza de vida,
mis oidos sean finos,
para oir tu voz en toda la naturaleza,
en cada hoja y cada roca.

Dame fuerza, no para ser superior a mis hermanos,
sino para no ser débil
al oleaje de influencias del mal.
Permíteme que siempre esté listo,
sereno y preparado a TI
para reconocer siempre Tu presencia,
y estar con las manos límpias,
y mirada recta a TI.

Cuando mi espíritu, deje este vehículo.
No titubee ni desvanezca mi alma,
y la vida sea y siga bella y natural,
como la luz del atardecer,
en su puerta de SOL,
sea mi reconocimiento la presencia en TI.
Sin enrojecerme de estos pasos por aquí.


 
 

B.V - R. Reyes, Málaga, Marzo 1990.